Afirman que la sequía no solo afecta la alimentación de las vacas, sino que se refleja en la falta de agua, porque la mayoría de ríos, cañadas, lagunas y represas están secos, mientras los pozos tubulares han reducido su capacidad de almacenamiento.
Manifestaron que septiembre, octubre y noviembre son meses de lluvias, pero que como no se registraron precipitaciones, no pudieron conservar reservas de agua y pastos para el inicio de la sequía.