Otros diez migrantes interceptados se enfrentan a un proceso judicial federal en Puerto Rico por intentar reingresar ilegalmente a un territorio de Estados Unidos.
«Cada embarcación estaba peligrosamente sobrecargada, lo que creó una situación extremadamente peligrosa y potencialmente mortal para las personas a bordo», dijo el comandante Christopher Douglas, jefe de respuesta para el sector de la Guardia Costera en San Juan.
«La gran coordinación entre la Guardia Costera y nuestros socios de otras agencias de seguridad marítima y de aduanas del Caribe han prevenido pérdidas importantes de vida en alta mar», agregó en el comunicado.
A su vez, recordó que junto a las otras agencias «tenemos una sólida presencia de patrullas en Puerto Rico y el Caribe con activos tanto aéreos como marítimos, y cualquier migrante interceptado en el mar, independientemente de su nacionalidad, será repatriado a su país de origen».
Los barcos patrulla de la Guardia Costera Dixon y Decisivo fueron los encargados de transportar y devolver a los 71 migrantes a Santo Domingo (República Dominicana).
Los 10 migrantes que afrontan el procesamiento fueron transferidos a la custodia de los agentes de la Patrulla Fronteriza del sector Ramey en Puerto Rico.
