Hábitos de vida saludable
La mejor estrategia es la de la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde en primer lugar se recomienda el control de los hábitos de vida, para que sean saludables; la vacunación o las pruebas genéticas o programas de cribado.
Factores de riesgo
Pueden ser bien por exposición o por un tipo de comportamiento como el alcohol, la dieta, la luz solar, el tabaco, la obesidad y la radiación. Con obesidad aumenta el riesgo de cáncer de esófago, recto, colon, mama, endometrio… Hay un nexo de unión. Se puede prevenir con una dieta rica en fibra.
Además, la ingesta de alcohol está ligada al cáncer de boca, faringe, esófago hígado, colon, recto y mama.
El tabaco está relacionado con el cáncer de pulmón y vejiga; también con cáncer de boca o esófago por la proximidad del cigarrillo a esas zonas.
Vacunas
La prevención pasa por la vacunación, como por ejemplo, de la hepatitis B, que previene de la cirrosis y de un cáncer hepático. También es importante vacunarse contra el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Protección del sol
El cáncer de piel está muy ligado a la exposición solar y la campaña que se hace de melanoma es fundamental así como estar bien protegidos y no exponernos en horas centrales del día.
Cuatro puntos a la hora de prevenir el cáncer
Vacunarnos
Acudir a las campañas de prevención
Cuidar los estilos de vida
Protegernos
Prevenir el infarto
El infarto se produce por la obstrucción de un arteria coronaria.
Principales factores de riesgo
Vienen dados por algo que todos conocemos: tabaco, obesidad, alcohol, sedentarismo, no hacer nada de ejercicio,
Está asociado a unas patologías de base como pueden ser todas las que dañan el sistema vascular: hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia.
Síntomas a los que hay que prestar atención
Opresión en el pecho que dure más de cinco minutos, que se vaya al brazo izquierdo, a la clavícula o a la mandíbula. Muchas veces no los distinguimos de lo que es un cuadro de gases.
Ante síntomas que puedan hacer sospechar, como el dolor precordial, irradiación al brazo, mareos, sudoración profusa, ansiedad, náuseas, dificultad para respirar, hay que acudir a los servicios sanitarios.
¿Podemos controlar nuestro riesgo cardiovascular?
Si tenemos una hipertensión o una diabetes, la adherencia al tratamiento es crucial. Los altibajos que podamos tener en las enfermedades crónicas dañan nuestro sistema vascular mucho y provocar a la larga un infarto.
Principales consejos que pueden ayudar a prevenirlo
Mantener controlada la patología de base, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia… no fumar, hacer ejercicio, no tener kilos de más, y así evitar que el corazón sufra una sobrecarga diaria solo por el mero hecho de desplazarnos.
Síntoma a los que no prestamos atención
Antes ya avisa: con molestias precordiales a las que no hacemos caso, sensación de estómago revuelto y, en los varones, problemas de disfunción eréctil con unos dos o tres años de anterioridad.