El ministro de Exteriores propuso crear un espacio institucional dentro de ese importante órgano de la ONU, que lo dote de las herramientas necesarias para tomar decisiones estratégicas, “habida cuenta del impacto de fenómenos naturales de ferocidad inusual sobre las metas de desarrollo sostenible”.
La idea es que el Consejo de Seguridad pueda realizar “un trabajo en conexión y que responda a las aspiraciones de los millones de personas, sobre todo jóvenes, de vivir en mundo mejor, en un ambiente sostenible, resiliente y pacífico”.
Recordó que el Consejo ha aceptado que los cambios y degradaciones medioambientales “son factores de riesgo en varias zonas susceptibles al conflicto, y que los efectos negativos del cambio climático pueden contribuir a la desestabilización”.
Citó un reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, según el cual, a partir del año 2030, el calentamiento global se traducirá en mayores riesgos para la vida, salud, seguridad alimentaria, abastecimiento de agua y el crecimiento económico.
“Por lo tanto, prestar atención al vínculo entre degradación medioambiental y seguridad, crear los mecanismos que permitan tratar adecuadamente este nexo en el marco del órgano encargado de velar por la paz y la seguridad en el mundo, nos parece fundamental”, apuntó el canciller.
Por último, el ministro Vargas sugirió que todas las propuestas debatidas este viernes sean recogidas en un informe y suministrarlo al secretario general de la ONU.
En otro orden, el canciller Vargas participará este sábado en la reunión del Consejo de Seguridad para tratar la situación de Venezuela.