COTUI.-Dirigentes comunitarios de Cotuí y Sánchez Ramírez hicieron un llamado a la población de San Juan y las demás comunidades que serían impactadas por la actividad de la mina de Romero para que “no se dejen engañar por los espejismos de la megaminaría” que, a su juicio, no genera desarrollo social ni económico en sus áreas de intervención.
Mediante una carta pública dirigida a los sanjuaneros y sanjuaneras, los dirigentes comunitarios agrupados en el Bloque de la Unidad por el Desarrollo de Cotuí y Sánchez Ramírez aseguraron que en la actualidad en su provincia numerosas familias son víctimas de la contaminación producida por la actividad en la mina de Pueblo Viejo, sin que puedan presentar un estudio que certifique sus padecimientos porque el ordenado por el Ministerio de Salud en el año 2013 nunca ha sido publicado.
De igual forma, en la misiva el Bloque de la Unidad sostiene que la promesa de desarrollo económico y social también ha sido un engaño. Los pocos empleos generados, aseguran, son temporeros (de tres a cuatro meses), sin seguridad social y con bajos salarios.
“Nuestra provincia levantada sobre una mina de oro tiene una tasa de pobreza de 46%, superior al promedio nacional (40.2%), según el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (2018). Ahora mismo somos la comunidad más pobre de la región Cibao Sur. Sánchez Ramírez también se encuentra por debajo del Índice de Desarrollo Humano Provincial que elaboró el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Obtuvo un índice de 0.465, y el promedio nacional es de 0.513”, indica el colectivo en un documento enviado a los medios de comunicación.
La peor consecuencia de la megaminería en Sánchez Ramírez, y que según el Bloque podría reproducirse en San Juan, es la división o fragmentación social que producen los grandes proyectos mineros.