La ruta entre Libia e Italia sigue siendo la más letal, con un migrante muerto por cada 18 que llegaron a Europa entre enero y julio pasados, frente a un fallecido por cada 42 que cruzaron entre los mismos meses de 2017, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Este organismo publicó hoy un informe con datos sobre la inmigración por el Mediterráneo, que ha hecho coincidir con el tercer año transcurrido desde la aparición del cadáver del niño sirio Alan Kurdi en una playa de Turquía, cuyas imágenes conmovieron a la opinión pública mundial.
ACNUR señala en el informe que en los primeros siete meses del año se ha reducido el nivel de llegadas de refugiados e inmigrantes, fundamentalmente a Italia.
La tendencia es opuesta en España, que se ha convertido en el principal punto de llegada con 27.600 inmigrantes, por vía marítima (23.800) y terrestre (3.800).