SANTO DOMINGO. El Estadio Olímpico de Luznhikí siempre es un lugar difícil para los equipos visitantes. La historia no fue diferente para el actual campeón de la Liga de Campeones, el Real Madrid, que enfrentaba al campeón de la liga rusa, el CSKA de Moscú. Los merengues asediaron la portería contraria durante 90 minutos, pero no pudieron penetrar la barrera defensiva, y cuando lo hicieron, entonces chocaron con el guardameta o los palos.
Siempre se supo a lo que jugaría el equipo ruso: una defensa cerrada, compacta y contragolpes rápidos aprovechando la juventud, velocidad y potencia de sus jugadores y cualquier error de la zaga madridista. Y si, así llegó el gol del croata Nikola Vlasic en el minuto 5’. Un pase lento y muy predecible de Toni Kroos que pescó Vlasic para clavar su remate raso y pegado al primer palo. Imparable para Navas.
El Madrid no perdió los estribos y comenzó a ejercer su hegemonía en la mitad del campo. Ceballos, Kroos y Casemiro tomaron las riendas luego del gol. A pesar de alguna que otra salida veloz del CSKA, las llegadas al arco de Navas se vieron disminuidas. Un remate en el minuto 18’ sería el último y único entre los tres palos que controlaría Navas en el primer tiempo.
Los merengues fueron ganando terreno, presionando y arrimándose hasta el área. Pero le costaba encontrar espacios para el remate. Casemiro pegó un gran disparo desde afuera del área en el mismo palo -pero de la otra valla- que más adelante sería determinante para el resultado.
Los rusos obligaban constantemente a buscar por los costados. De esta forma llegó un cabezazo de Benzema que se estrelló en el travesaño. Antes, el francés había intentado con su pierna derecha por encima del arco.
En el minuto 42, una nueva mala noticia para el actual campeón del torneo. Dani Carvajal salía lesionado y en su lugar entraba Odriozola. Del equipo titular, cinco son ahora los lesionados: Marcelo, Bale, Isco, Ramos y ahora Carvajal.
La segunda parte fue mucho mejor para el equipo blanco. Y el capitán del equipo de Moscú, el arquero Akinfeev se vio exigido en muchas más ocasiones.
En el minuto 48, Marco Asensio exigió al arquero con un gran remate de zurda. Y segundos más tarde una gran jugada no encontró el remate de Benzema.
Lopetegui echó mano al banco, para continuar con la presión asfixiante que no dejaba salir de su propia área el equipo ruso. Mariano Díaz entró por Lucas Vásquez y Luka Modric lo hizo por Casemiro.
La tónica del encuentro no cambió. Los merengues insistieron más por el costado derecho, y lograron penetrar hasta la línea de fondo. No obstante, la jugada más cercana durante esos minutos fue un remate desde fuera del área de Kroos. Mientras que en el arco contrario, un buen contragolpe culminó con el remate de Jaka Bijol que Navas desvió al tiro de esquina.
La del empate la tuvo Mariano Díaz de cabeza. Un gran centro desde la derecha de Odriozola, que el dominicano midió a la perfección. Su cabezazo fue casi perfecto, pero el palo -el mismo que se lo quitó a Casemiro en el primer tiempo en la banda contraria-, le quitó la suerte. Y con esa última oportunidad real, se quedó el Madrid sin los tres puntos y con la primera derrota en la Liga de Campeones.