Las potentes marejadas provocadas por la tormenta y los fuertes vientos plantearán «amenazas mortales», así como graves riesgos de inundación que han obligado a las autoridades a desplegar ya medidas de emergencia.
Se pronostica que las ondas más lejanas de la gran tormenta toquen tierra a última hora del miércoles en una zona costera que ya ha sufrido un severo aumento del nivel del mar, y luego el ciclón serpenteará durante el jueves, viernes y sábado, anegando varios estados y desencadenando inundaciones potencialmente mortales.
Más allá de las Carolinas y Virginia, la amenaza de inundaciones en el interior se extenderá hasta la próxima semana a algunas zonas de Tennessee, Georgia, Virginia Occidental, Ohio, Pensilvania, Maryland y el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, Washington.
Precisamente los dos últimos territorios, Maryland y el Distrito de Columbia, declararon el estado de emergencia en las últimas horas.