SANTO DOMINGO. El depósito de escombros y basura en la calle Jardines Encantados del sector Jardines del Norte de esta capital ha dañado una alcantarilla y provocado el estancamiento de agua que hoy es una laguna de criadero del mosquito anofeles que trasmite la malaria.
Según la junta de vecinos del citado sector, cerca de este depósito de agua hay un colegio en el cual se han reportado tres niños infectados con la enfermedad.
“Estas aguas deben correr hasta una cañada que hay en el Jardín Botánico, pero debido a que la gente por muchos años lanza escombros, palos y basura cerca se forma una laguna contaminante que pone en peligro a todos los habitantes de este sector de los Jardines y a los niños del colegio”, expresó José Antonio Sánchez, miembro de la Mesa Comunitaria de Jardines del Norte.