De acuerdo a los Resultados Preliminares de la Economía Dominicana enero-diciembre 2018, se estima que el país terminaría recibiendo flujos por concepto de remesas ascendentes a US$ 6,524.6 millones en 2018, para un notable aumento de 10.4 %, unos US$ 612.8 millones adicionales con respecto a 2017. Hasta octubre los registros ascendieron a US$ 5,297.8 millones
El referido informe señala que Estados Unidos sigue siendo el principal emisor de las remesas enviadas a República Dominicana, tanto en monto total como en número de transacciones, representando el 77.4 % de todo lo que se percibido en el periodo enero-octubre del año 2018, y a su vez, el 80.5% de las todas las transacciones.
En cuanto a monto promedio por transacción, destaca que Suiza ocupa la primera posición con US$ 349.2, seguido por España US$ 342.4, y Francia US$ 320.7.
En lo concerniente a la balanza de pagos de República Dominicana, las remesas familiares (también conocida como transferencias personales), que se encuentran en la partida llamada Ingreso Secundario, representan la tercera fuente de divisas más importantes dentro del saldo de cuenta corriente.
En el año 2017 el monto total captado por remesas fue lo equivalente al 58.4 % de todo lo que se exportó de bienes y el equivalente al 67.3 % de todo lo que se exportó de servicios (incluyendo turismo).
Sin embargo, el crecimiento de las remesas no son necesariamente buenas noticias.
Las estadísticas analizadas para el estudio, evidencian la elevada concentración que tiene República Dominicana con Estados Unidos, no sólo en lo que corresponde a las remesas, sino también en otros flujos como Exportaciones e Importaciones, Inversión Extranjera Directa, entre otros.
“Esto muestra el alto grado de dependencia económica y la gran vulnerabilidad que exhibe la economía dominicana frente a choques externos”, destaca el documento.
La investigación del Centro de estudios económicos y sociales sostiene, además, que muchos hogares dominicanos, principalmente de las zonas rurales, han abandonado la producción de bienes y servicios, “incentivados principalmente por un acomodamiento a los recursos recibidos de sus familiares que residen en el extranjero, lo cual va en detrimento de la producción local y aumenta la dependencia de países terceros”.
“Todo esto expone la necesidad de desarrollar un sector exportador que permita a la República Dominicana reducir su vulnerabilidad a choques externos, mediante el aumento sostenido del valor exportado, la diversificación de la oferta exportable, y colocar sus productos en nuevos mercados”.