Dentro de los factores cita que el número de afectados, contribución elevada en mortalidad, la incapacidad prematura y la complejidad, así como el alto costo de su tratamiento, lo que conlleva a una modificación de estilo de vida saludable en la población, por lo que hay que hacer un enfoque individual social e institucional.
La directora provincial II doctora Eunice de los Santos, explicó que dentro de estas enfermedades que incluyen la Diabetes, problemas Cardiovasculares y la enfermedad Cerebral Vascular. Además están el sobrepeso y la Obesidad, que tienen altas concentraciones de grasa en las arterias y producen la obstrucción de estas y de ahí el infarto cardíaco.
En la hipertensión arterial también influye el tabaquismo, el alcohol, drogas narcóticas, el sedentarismo, dietas inadecuadas y síndrome metabólico que conlleva a la diabetes tipo 2.
Destacó la importancia de prevenir estas enfermedades Llevando una vida saludable, evitar la comida chatarra, por lo que recomendó a las personas ingerir alimentos naturales, alto grado de proteína, minerales, calcio y vitaminas.
De los santos llamó a evitar la ingesta de grasa y carbohidratos, y a dedicar al menos media hora de ejercicio diariamente, además de llevar una vida libre de stress y cumpliendo las consultas médicas requeridas, las indicaciones y vacunas requeridas a su edad.
“Con todas estas medidas se evitan las complicaciones de las enfermedades crónicas no transmisibles por ejemplo: los pacientes con diabetes las complicaciones son la ceguera, incapacidad prematura, insuficiencia renal y amputaciones traumáticas, muchas veces un paciente diabético por alguna infección en un pie o una mano puede producirse una necrosis y perdida de ese miembro”, apuntó.
En cuanto a las personas con hipertensión arterial es recomendó mantener la visita al médico oportuna no esperar que sea una emergencia, debe llevar su tratamiento de por vida y solo será suspendido o cambiado por orden médica. Dijo que esto evita a tiempo los problemas que pueda presentar la hipertensión, los infartos y accidentes cerebrovasculares.
Estas enfermedades producen un efecto social que afectan individuos en edades productivas y representan un alto costo, elevado para el sector salud y para la misma persona, aumentando la pobreza disminuye el ingreso económico en el hogar, debido al aumento de gasto en medicamentos, por lo que insistió en la necesidad de la prevención.
