Marco Canseco
Valtteri Bottas se ha hecho con una victoria tan rotunda como merecida en el GP de Australia, superando en todo a Lewis Hamilton. El inglés salió mal y su compañero tomó el liderato en la primera curva para no abandonarlo hasta el final.
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Max estuvo intentando acechar luego el segundo, pero un error en la vuelta 48 (de 58), le impidió completar la hazaña. Se quedó a las puertas, pero en el podio en la primera carrera de Red Bull con el motor Honda.
El último tramo fue para comprobar si Leclerc podía con Vettel y le alcanzó en la vuelta 51, pero se quedó clavado de pronto, con una orden del muro de por medio. Ya era demasiada sangría para la primera carrera, debieron pensar. Mattia Binotto decidió hacer valar la órdenes de equipo para no humillar a su teórico primer espada.
No sólo frenaron al monegasco, sino que tampoco le hicieron entrar en boxes y cambiar neumáticos para intentar llevarse el punto de la vuelta rápida, que fue para Bottas a la postre. Son 26 puntos para el ’77’ en una sola prueba y un punto que Ferrari desperdicia sin una razón aparente, pues el sexto estaba muy lejos y el quinto no peligraba.
El primer Ferrari ha terminado a 57 segundos del ganador. “Sólo quería llegar hasta el final”, declaraba Vettel con cara de verdadero funeral y sin querer entrar en más valoraciones.Bottas no ganaba una carrera desde Abu Dabi 2017, cuando Mercedes se lo permitió siendo ya Hamilton campeón, pero hoy lo ha hecho a lo grande, saliendo como un disparo por la zona sucia, sin pedir permiso y embutiéndole 20 segundos a Lewis bajo la bandera a cuadros. Veremos si también le autorizan a luchar por la corona esta temporada o eso ya es un coto vedado.
Abandono de SainzCarlos Sainz abandonó en la vuelta 11, a causa de una rotura de motor cuando era 14ª, tras una salida excelente en la que ganó cuatro posiciones.
Lando Norris acabó duodécimo, a 37 segundos del undécimo, Pierre Gasly. El ritmo de carrera y la estrategia fueron un tanto pobres para los de Woking hoy, en contra de lo visto en la calificación.El Mundial empieza muy caliente, con un Bottas que quiere imitar a Rosberg en 2017 y con un equipo Ferrari que debe hacer los deberes para las próximas citas. marca.com