Era martes aquel día y el primer avión golpeó al mundo a las 8:46 minutos de una mañana que parecía de lo más tradicional y corriente. A las 9:02 llegó el segundo impacto. Esos dos momentos, ante el asombro de la población mundial, cambiaron el curso de la historia.
En un primero momento era el daño a las 40 mil personas que trabajaban en las torres y a las más de 150 mil que le visitaban cada día. Pero en realidad fue un daño a toda la población mundial.
Aunque las torres gemelas suelen ser el episodio más recordado de esa mañana, otros dos aviones fueron secuestrados por terroristas: uno se estrelló en un área del Pentágono, el cuartel general del ministerio de Defensa de Estados Unidos, y otro cayó en una zona de Pensilvania, al enfrentarse los tripulantes contra los terroristas.