El 17 de marzo pasado, el presidente haitiano, Jovenel Moise, confirmó los dos primeros casos positivos del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, en la nación caribeña, la más pobre de América y con un débil sistema sanitario.
Este domingo, las autoridades del área se limitaron a confirmar la información a través de un breve comunicado, en el cual la ministra de Salud Pública, Marie Gréta Roy Clément, llamó a la población a ser cautelosa, «porque el nuevo coronavirus es una realidad».
Clément también pidió a los haitianos «respetar» los principios de higiene y las orientaciones que las autoridades emiten a través de boletines.
De los 21 casos confirmados por coronavirus en Haití, catorce se han producido en el departamento Oeste; cuatro en el Sureste; uno en Artibonite; uno en el Noroeste y otro en Nippes.
Desde el anuncio de Moise, el país se encuentra en toque de queda y estado de emergencia sanitaria. El gobernante prohibió las reuniones de más de diez personas y aconsejó a la población a mantener distancia social para evitar contagios.
Moise ordenó asimismo el cierre de escuelas, de la administración pública y de empresas privadas a partir de este viernes.
En la fronteriza República Dominicana el virus ha ocasionado la muerte de 82 personas e infectado a otras 1.745, según informaron este domingo las autoridades de Salud Pública.
EFE