07 febrero 2020
Santiago,RD,- El arzobispo de la arquidiócesis de Santiago, monseñor Freddy Bretón, demandó de la clase política madurar y superar los intereses partidario y personales.
Dijo que da vergüenza que algunos políticos actúen como niños, mediante rebatiñas por intereses particulares y no en favor de la patria. “Todavía en este país estamos ciegos con los intereses personales, incluso el que mira a un candidato, está mirando el carguito que puede conseguir. Antes había ideología, ahora solo hay bolsillos para llenar. Antes era amor a la patria o porque era comunista, o gremialista”, aduce Freddy Bretón.
Entiende que si la clase política madura socialmente, la misma iglesia irá más suave. “Hubo tiempo que la iglesia tuvo que salir al ruedo para evitar que la sangre bajara al río. En la medida que la misma sociedad mira habrá menos conflictos”, apuntó el religioso.
Monseñor Bretón entiende que habla mal de una sociedad donde los líderes religioso tengan que estar interviniendo a cada rato, cuando la sociedad debe caminar por sí sola.
Sin embargo, valoró el carisma que mantuvo el exrector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, monseñor Agripino Núñez Collado como mediador, dijo espera que jamás vuelva a ocurrir, para que como iglesia tengan que estar interviniendo en asuntos que deben ser dirimidos de forma madura.
También destacó el papel mediador en que en su momento tuvieron monseñor Francisco José Arnaiz y el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.
Dijo que en el momento que no se necesite la mediación de la iglesia, eso significa madurez de la sociedad. La observación la hace en medio del encendido debate que se da entre los candidatos que participarán en los procesos electorales pautadas para celebrarse el 16 de febrero y 17 de mayo.
En otro orden, monseñor Freddy Bretón criticó que en el municipio de Licey al Medio paralicen la construcción de la biblioteca municipal, mientras sus autoridades aprueban y permiten la operación de moteles en pleno centro. Recordó que hizo gestiones al menos con dos ministros de Educación para materializar la obra, sin que puedan hacerse realidad.
