El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU., con sede en Miami, indicó en su último boletín, emitido este viernes a las 08.00 hora local (12.00 GMT), que aunque prevén que el ojo del ciclón pase al norte de las Islas de Sotavento hay posibilidad de «fuertes lluvias e inundaciones» en esta región.
A la hora de publicar el informe, Jerry se encontraba a unas 155 millas (245 kilómetros) al estenoreste de Barbuba y presentaba unos vientos máximos sostenidos de 100 m/h (155 km/h).
Los expertos prevén que el huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, que cataloga los ciclones por la fuerza de sus vientos, cambie ligeramente su rumbo hacia el noroeste en los próximos días y decrezca su actual y elevada velocidad de traslación, que se cifra en 16 m/h (26 km/h).
Si se cumplen los pronósticos de trayectoria, el centro de Jerry se moverá al norte de las Islas de Sotavento más septentrionales esta tarde, pasará al norte de Puerto Rico el sábado y estará al estenoreste del sureste de las Bahamas el domingo.
De esta forma no afectaría directamente a ninguna zona poblada hasta que alcanzase, esta vez sí, al archipiélago de las Bermudas, situado en el Atlántico norte y que sufrió esta semana el paso del huracán Humberto, que se disipó en las últimas horas.
Los meteorólogos destacaron que Jerry dejó atrás algo de fuerza en las últimas horas y prevén que esta tendencia se mantenga en los próximos cinco días, en los que sus vientos máximos sostenidos perderían unas 30 m/h (50 km/h), aunque todavía mantendría la categoría de huracán.
Mientras tanto, se espera que Jerry produzca una acumulación de lluvias de hasta 6 pulgadas (15 centímetros) de altura en las islas de Barbuda, San Martín, Anguila y Anegada, lo que podría producir inundaciones «potencialmente mortales».
En Puerto Rico y las Islas Vírgenes el panorama es algo más alentador y se pronostica que Jerry dejará acumulaciones totales de agua de hasta 3 pulgadas (7,5 centímetros) de altura.