NUEVA YORK.- Cientos de estudiantes, autoridades, comunitarios y dolientes, despidieron ayer miércoles, los restos mortales del estudiante dominicano Leonel Rondón, de 18 años de edad, quien murió en las explosiones del jueves de la semana pasada en Lawrence (Massachusetts) y era un alumno sobresaliente en la secundaria Phoenix Charter Academy.
Los funerales se llevaron a cabo en la funeraria Farrah de la calle Lawrence y una misa de cuerpo presente se le realizó en la iglesia Santa María de la Inmaculada Concepción.
Rondón, fue el único muerto cuando una chimenea cayó encima de su vehículo en el que estaba sentado junto a cuatro amigos.
Fue recordado como un joven positivo, y genial. Sus padreas dijeron que estaba muy emocionado por graduarse e ir a la universidad.
Le gustaba la música y pasar tiempo con su familia y amigos.
El velatorio se realizó el martes entre 4:00 de la tarde y 8:00 de la noche y ayer miércoles, el oficio religioso en su memoria comenzó a las 10:00 de la mañana.
Fue sepultado en el cementerio Santa María Inmaculada de la calle Barker.
Los padres de Rondón, volvieron a desplomarse en la iglesia.
“El pasado jueves por la tarde, se armó por toda la ciudad”, dijo el reverendo John Dello Russo a los miembros de la familia y más de 300 asistentes que estaban en la misa.
“Pero incluso en medio del poder de la muerte, había algo más potente. Amor y pasión. Consuelo, ya que la gente se reunió en su casa, para estar con su familia. Le llevaron comida. Oraron. Lloraron juntos. Pero su amor era mucho más fuerte que la muerte”, añadió el sacerdote.
Las explosiones e incendios afectaron a Lawrence, Andover y North Andover que cuando una tubería de Columbia Gas sobrepasó los límites de la presión.
En Lawrence hubo nueve estructuras quemadas y las explosiones ocurrieron en cinco más.
Además de la familia y los amigos de Rondón, la misa funeral Miércoles atrajo decenas de estudiantes de Notre Dame Cristo Rey High School, donde el hermano de Rondón es un estudiante de segundo año, y Charter Academy Phoenix, la escuela alternativa a la que asistía Rondón.
Se sentaron sombríos y tristes, intercambiaron abrazos y apretones de manos, vestidos con los uniformes de las dos escuelas.
